El ciclo de conferencias del Aula Miguel Martín-Fernández de la Torre cierra reflexionando sobre el deseo y las experiencias turísticas
El Aula Miguel Martín-Fernández de la Torre ha cerrado su ciclo de conferencias debatiendo sobre el deseo y las experiencias turísticas, dos conceptos que subyacen al propio viaje y que moldean el diseño de experiencias y productos turísticos. Sobre esta relación profundizaron, en el último encuentro programado, el filósofo y escritor, Amador Fernández-Savater; el profesor de diseño y vicerrector de Universidad de La Laguna (ULL), Alfonso Ruíz y el arquitecto Juan Palop.
El Aula cerró sus jornadas invitando a continuar reflexionando sobre el turismo como modo de vida contemporáneo y con la necesidad colectiva e individualmente de replantear qué queremos y emprender acciones. Los especialistas coincidieron en que la clave para afrontar el problema que ha generado el turismo en los destinos, está en la regulación, pero también, en los movimientos sociales que permiten salir de los automatismos para empezar a analizar los límites que tensan el sistema, qué se quiere, cómo vivir o cómo acoger al turista.
El filósofo Fernández-Savater contrapuso los estereotipos a la experiencia, ésta última entendida como una vivencia que deja una marca y produce una transformación en la persona, después de visitar un destino y conocer otra forma de vida. “Un estereotipo es un sentido empaquetado”, apuntó, “diseñado a priori y que simplemente tenemos que consumir”. Fernández Sabater hizo también referencia «al turismo ya fotografiado, ya instagrameado o ya visitado, que lleva a ver y sentir de antemano”, explicó.
Por su parte, el profesor de la Universidad de La Laguna, Alfonso Ruiz, diferenció entre el viaje como “necesidad humana” y el turismo como “la versión industrial del viaje”. Frente al problema que está generando el fenómeno del turismo actual, defendió la ética y el establecimiento de códigos deontológicos que impidan proponer productos turísticos que tengan un impacto negativo en el medio ambiente y en la sociedad. En este sentido, destacó la innovación como herramienta para buscar “soluciones en positivo y lo que llamamos utópicamente turismo sostenible. Las soluciones más viables, el equilibrio, es un concepto ligado a la industria”, explicó Ruiz.
Planteó, además, que el turismo fomenta una actividad basada en “la mirada del otro” y Canarias es un claro ejemplo de un simulacro que no está basado en la mirada de los locales, sino en cómo ven las islas los de afuera o desean verlas, con imágenes pre-construidas o exóticas, que luego hemos utilizado como imagen promocional.
Por último, el arquitecto Juan Palop valoró que los diseños que se realicen en los próximos 50 años sean concebidos como una economía de demanda y no de oferta, y cuestionó la falta de un criterio autónomo, que no se rija por el mercado. El experto apuntó como ejemplo a seguir el Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo, “modelo del nuevo turismo, uno de los espacios más visitados de Las Palmas de Gran Canaria, cuya gestión considera lo ambiental y lo social de rango superior, y recoloca la economía del turismo como economía de los límites y no del aquí vale todo”. Palov, también fundador del instituto 20 grados, añadió la necesidad de trabajar en torno a una visión que priorice “saber muy bien dónde estás y tener el valor y la creatividad para gestionar esos impulsos, esa bestia”.
Esta iniciativa organizada por Turismo LPA el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Hotel Santa Catalina, bajo la dirección y producción de EspacioGuía, ha contado con el respaldo financiero del Cabildo de Gran Canaria. También ha sido apoyada académicamente por el Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible (Tides) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Aula Cultural de Diseño de la Universidad de La Laguna.